sábado, mayo 15, 2010

Bulimia


Nunca pensé tener esta enfermedad, pero esas casualidades de la vida me hicieron ver
una y otra vez las fotos de cada vez que vomité alguna palabra y luego me las seguí comiendo.

No recuerdo cuando fue la primera vez, supongo que fue hace muchos años en que no podía para de comer. Estas palabras eran frescas y sabían a esperanza, las masticaba y disfrutaba como si fueran el plato más fino de una frase de poesia. Pero luego comenzaba el remordimiento,corría al baño, ya no era capaz de pronunciarlas, metía mis dedos y las vomitaba.

Fue así como comenzó mi adicción, muchas veces lo oculté de los seres que me rodeaban
no quería que supieran que mi corazón estaba gordo de palabrería barata. Lo hacia a escondidas me comía cada una de las palabras que me vendía el señor chatarra. Es más siempre me insitó a comprar más, dandome las mejores ofertas y supuestos estrenos exclusivos, luego pasaban unos días y ya no las aguantaba más.

Compré tantas palabras, que incluso ya tenía mis favoritas y sabía de memoría como se sentían cada vez que las tragaba hasta que llegó un punto que dejaron de satisfacerme, claro ya no había novedad en ellas ni cambios de sabores reales ni mejoras en la calidad, aún así con un montón de descuentos igual las compré.

Siento retorcijones en el estomago tal vez aún queda alguna pegada en las paredes,
mis amigas ya me lo habían dicho y no había caso, es muy difícil darse cuenta que uno tiene una adicción pero anoche volví a vomitar y como nunca está vez fui yo quien se autofotografió para ver lo mal que me veía siendo una bulimica verbal.